Oportunidad tecnológica o cesión de soberanía
El reciente anuncio de la posible instalación de un mega data center de OpenAI en alianza con Sur Energy en la Patagonia argentina ha despertado entusiasmo, interrogantes y preocupaciones. Con una inversión estimada de US$ 25.000 millones y una potencia proyectada de 500 MW, el proyecto promete convertir a Argentina en un polo tecnológico regional. Sin embargo, también abre un debate profundo sobre energía, medio ambiente y soberanía económica.
1. Un proyecto monumental: ¿Qué se sabe hasta ahora?
De acuerdo con fuentes como Reuters, Infobae y Converge Digest, el proyecto conocido como Stargate Argentina se realizaría en etapas, comenzando con una primera inversión de entre US$ 7.000 y 10.000 millones. La infraestructura se desarrollaría bajo el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), que otorga beneficios fiscales y cambiarios a inversores extranjeros.
El centro de datos operaría a una escala similar a los más grandes del mundo, comparable con el de Abilene (Texas) que también está vinculado a OpenAI y Microsoft, aunque con algo menos de capacidad.
2. El impacto ambiental: energía, agua y emisiones
El consumo eléctrico proyectado de 500 MW significa que, si el data center operara a plena carga:
-
Energía diaria: ~12.000 MWh (12 millones de kWh)
-
Energía anual: ~4.380 GWh
-
Emisiones de CO₂: entre 1,3 y 2,2 millones de toneladas al año (si no es 100% renovable)
Esto equivale al consumo eléctrico de una ciudad de 500.000 a 700.000 habitantes, o las emisiones de más de 400.000 automóviles particulares.
En cuanto al agua para enfriamiento, el impacto depende del tipo de sistema utilizado:
| Tipo de sistema | Litros de agua por kWh | Consumo dia estimado |
|---|---|---|
| Circuito cerrado (moderno) | 0,01–0,05 L/kWh | 100.000–600.000 L/día |
| Torre de enfriamiento abierta (convencional) | 1–2 L/kWh | 12–24 millones L/día |
En el mejor escenario, el uso de un circuito cerrado reduciría el impacto hídrico al nivel de un pequeño barrio residencial; en el peor, equivaldría al consumo diario de una ciudad de 50.000–100.000 habitantes.
3. Energía y soberanía: ¿para quién será la electricidad?
La Patagonia es un área estratégica por su potencial renovable (viento, gas, represas). Sin embargo, la gran pregunta es de dónde saldrá la energía para alimentar el centro de datos.
Si la electricidad proviene de la red nacional, el proyecto podría presionar el sistema, desviando recursos de la población y la industria local. Si en cambio se construyen plantas dedicadas de energía renovable bajo control privado, se generaría un enclave energético con beneficios concentrados y poco control público.
El riesgo es que Argentina termine exportando energía computacional —procesamiento de IA— en lugar de valor agregado o desarrollo local, repitiendo un patrón de extractivismo digital.
4. Contexto geopolítico: EE.UU., China y los swaps
El anuncio llega en un momento de realineamiento económico global:
-
Argentina mantiene un swap de monedas con China de US$ 5.000 millones.
-
EE.UU. ha incrementado su influencia mediante nuevos acuerdos financieros y swaps propios por hasta US$ 20.000 millones.
El proyecto de OpenAI y Sur Energy puede leerse en ese marco: una estrategia de EE.UU. para asegurar infraestructura crítica (IA, energía, datos) en el hemisferio sur, desplazando gradualmente la influencia tecnológica y comercial china.
Aunque la inversión extranjera puede ser bienvenida, la condicionalidad implícita de estos vínculos financieros y tecnológicos puede comprometer la autonomía del país en áreas clave: política energética, manejo de datos, y relaciones comerciales.
5. Beneficios y riesgos estructurales
| Aspecto | Beneficios potenciales | Riesgos y costos |
|---|---|---|
| Económico | Inversión masiva, empleo especializado, modernización tecnológica. | Dependencia de capital extranjero, fuga de divisas, exenciones impositivas. |
| Ambiental | Si es 100% renovable, podría ser modelo de sostenibilidad. | Si depende de energía fósil o grandes volúmenes de agua, alto impacto ambiental. |
| Soberanía | Potencial de desarrollo digital nacional si hay transferencia tecnológica. | Riesgo de cesión de control sobre infraestructura estratégica y datos. |
6. Para un desarrollo soberano
Para que el proyecto sea una oportunidad y no una nueva forma de dependencia, sería esencial:
-
Transparencia contractual: publicación de cláusulas de inversión, tarifas eléctricas y beneficios fiscales.
-
Soberanía energética: garantizar que la energía sea generada localmente con control argentino.
-
Cláusulas ambientales vinculantes: auditorías de impacto, límites de emisiones y uso de agua.
-
Participación local: integración de universidades, pymes tecnológicas y comunidades.
-
Gobernanza de datos: asegurar que los datos procesados y almacenados no vulneren la soberanía informacional del país.
-
Condicionalidad financiera equilibrada: evitar que swaps o acuerdos con potencias extranjeras limiten la autonomía de decisiones macroeconómicas.
El mega data center de OpenAI y Sur Energy podría marcar un hito en la inserción de Argentina en la economía de la inteligencia artificial. Pero también puede convertirse en un nuevo enclave dependiente si no se lo regula con una visión soberana y ambientalmente responsable.
El desafío es enorme: construir un futuro digital sustentable que no repita la historia de la dependencia, sino que fortalezca la capacidad nacional para decidir sobre su energía, sus datos y su destino tecnológico.
El contexto político y económico argentino
Argentina hoy tiene un escenario muy particular:
-
Recesión profunda, contracción industrial, desempleo en aumento.
-
Reservas netas negativas, pagos al FMI y organismos multilaterales comprometidos.
-
Tensión social y política de cara a las elecciones legislativas intermedias.
-
Debilitamiento de legitimidad gubernamental, con necesidad urgente de noticias positivas que den la sensación de “futuro, inversión y confianza internacional”.
En ese marco, anunciar una inversión de USD 25.000 millones (una de
las más grandes de la historia argentina) tiene un efecto político claro:
proyecta imagen de “confianza del mundo”, “llegada de tecnología de punta”,
“asociación con OpenAI”, justo antes de un evento electoral.
Y aunque los anuncios de inversión son una práctica habitual, en este caso no se presentó:
-
ni un acuerdo contractual firmado,
-
ni financiamiento asegurado,
-
ni cronograma ni ubicación técnica definitiva,
-
ni detalles de evaluación ambiental o permisos previos,
-
ni información de los socios financieros o constructivos.
Todo esto convierte al anuncio en un acto de comunicación política más que en un lanzamiento de proyecto real
La incongruencia técnica y empresarial
Surenergy (Colombia)
-
Empresa con escala pequeña / mediana (proyectos hasta decenas de MW, no centenas).
-
Sin trayectoria internacional comprobable en infraestructura tecnológica o de data centers.
-
Con responsabilidad limitada y sin capitalización visible a la altura de USD 25.000 millones.
-
Con dependencia del gas natural como base energética —poco alineado con los objetivos de eficiencia energética que un data center de IA requiere.
OpenAI
-
Empresa sin historial en construcción ni operación de data centers: su infraestructura está provista por Microsoft Azure, que posee y opera sus centros de datos.
-
OpenAI no desarrolla ni financia data centers propios; los usa, alquila o co-desarrolla con Microsoft, Google Cloud o similares.
-
Por tanto, un anuncio de inversión directa en un data center físico es inusual en su modelo operativo.
Esto sugiere que la mención de “OpenAI” puede no implicar participación accionaria ni financiamiento directo, sino un uso de marca o alianza conceptual (por ejemplo, “infraestructura destinada a IA con tecnología de OpenAI”).
En comunicación política, esto se amplifica para sonar a “inversión directa de OpenAI en Argentina”, aunque el contenido real pueda ser muy distinto.
El componente geopolítico: EE. UU. vs. China
Tu observación sobre la dimensión geopolítica también es clave.
Estados Unidos lleva años intentando
reconfigurar su influencia comercial y tecnológica en América Latina, especialmente frente a:
-
La creciente presencia china en infraestructura (minería, energía, telecomunicaciones).
-
Los swaps de yuanes entre Argentina y China, que sirven como válvula de financiamiento para evitar default.
-
Las inversiones chinas en litio, energía solar, redes eléctricas y puertos en el norte argentino y la Patagonia.
Un anuncio de esta magnitud, con un socio colombiano aliado de EE. UU. y con el sello de OpenAI (empresa símbolo del poder tecnológico estadounidense), cumple varias funciones:
-
Reafirma la influencia de EE. UU. en el discurso de innovación y tecnología en Argentina.
-
Desalienta vínculos estratégicos con China (por ejemplo, en el uso de infraestructura tecnológica o energética).
-
Apoya políticamente a un gobierno alineado ideológicamente con Washington, como el de Milei.
-
Crea la ilusión de respaldo económico, incluso si la inversión no se materializa a corto plazo.
Es decir: el anuncio funciona como pieza de diplomacia pública y propaganda económica, no necesariamente como compromiso financiero verificable.
La falta de trazabilidad financiera
Si realmente hubiera un compromiso de inversión de USD 25.000 millones:
-
Debería haber registros ante la SEC estadounidense, o ante el Banco Central argentino, según los estándares de transparencia de inversiones internacionales.
-
Debería existir un vehículo de inversión (SPV) o una joint venture registrada para el proyecto.
-
Debería haber, al menos, una carta de intención firmada públicamente por las partes involucradas.
Nada de eso ha sido publicado ni filtrado hasta ahora.
Tampoco existen trazas de capitalizaciones nuevas de Surenergy S.A.S. E.S.P. en los
registros mercantiles colombianos en 2025, ni aumentos de capital o alianzas
bancarias que indiquen semejante flujo de fondos.
Esto refuerza la hipótesis de que el anuncio es una operación comunicacional, no un movimiento de capital real.
Qué se gana y qué se pierde con anuncios
| Actor | Qué gana | Qué arriesga |
|---|---|---|
| Gobierno de Milei | Narrativa de confianza, “Argentina del futuro”, apoyo de EE. UU., oxígeno político antes de elecciones. | Riesgo de descrédito si no se materializa, críticas por falta de transparencia o “show político”. |
| OpenAI / EE. UU. | Simbolismo de expansión global de la IA “occidental”, contrapeso frente a China. | Daño reputacional si se percibe manipulación política o “uso de marca” para propaganda. |
| Surenergy | Visibilidad internacional, potencial acceso a contratos, financiamiento o concesiones futuras. | Cuestionamiento de capacidad, riesgo reputacional si se expone como vehículo político. |
| Argentina (sociedad) | Esperanza de empleo e inversión. | Posible desilusión, distracción de prioridades reales (energía, deuda, producción local). |
Conclusión
El anuncio del mega data center parece responder más a una necesidad de narrativa geopolítica y política interna, que a un proyecto técnico-financiero viable en el corto plazo.
El hecho de que:
-
se elija una empresa colombiana sin historial internacional,
-
no haya detalles financieros ni técnicos,
-
y se lo anuncie justo antes de elecciones intermedias clave,
hace que todo encaje dentro de un patrón de anuncios-bandera: gestos simbólicos destinados a mostrar alineamiento con EE. UU. y a sostener políticamente a Milei frente al desgaste interno.