IA: El nuevo mapa cultural que transitamos

El nuevo mapa cultural que transitamos


La temática de mis notas, como bien saben, suele girar en torno a lo social, lo político y lo actual, siempre desde una mirada general. Busco aportar al conocimiento común de manera sencilla, acercando temas que nos atraviesan en el presente o que, quizás, puedan afectarnos como ciudadanos en un futuro cercano. En esta ocasión me detengo en un asunto técnico que ha dejado de ser exclusivo de especialistas: la inteligencia artificial.


Hasta hace poco, hablar de Inteligencia Artificial sonaba a ciencia ficción. Era un tema de ingenieros, laboratorios de Silicon Valley y películas futuristas. Hoy, en cambio, basta abrir una página web para conversar con una máquina que redacta un ensayo, dibuja un paisaje o imita una voz humana.


Infografía sobre crónicas de literatura

El salto ha sido tan rápido que, para muchos, el terreno de la IA es todavía un enigma: ¿Qué hay exactamente ahí afuera? ¿Son todas iguales? ¿Sirven para todo? La respuesta corta es no. Y entenderlo no requiere ser programador: basta con saber que existen distintos tipos de inteligencias artificiales, cada una con sus especialidades.



El idioma universal de los chatbots


El primer encuentro masivo con la IA llegó con los asistentes de texto. ChatGPT, Claude, Gemini o Copilot se convirtieron en “secretarios virtuales” capaces de redactar, resumir, corregir o explicar. En China, equivalentes como Ernie Bot (Baidu) o Tongyi Qianwen (Alibaba) compiten con fuerza, sobre todo en programación y generación de ideas técnicas.

Lo fascinante no es que escriban perfecto —porque a veces se equivocan—, sino la naturalidad con la que conversan. Ya no se trata de máquinas rígidas, sino de un diálogo casi humano, útil tanto para responder una duda escolar como para esbozar una novela.



Las imágenes que nacen de palabras


Otro terreno que explotó fue el de la imagen. Basta escribir “un dragón azul en un bosque nevado” y en segundos aparece una ilustración detallada. MidJourney, DALL·E o Stable Diffusion en Occidente, y plataformas chinas como SenseNova, están transformando la forma de crear. No reemplazan al arte, pero ofrecen un atajo para imaginar escenas, diseñar portadas o jugar con ideas visuales.



La voz que suena real


Si en el texto la IA nos habla con palabras, en el audio lo hace con voz. Herramientas como ElevenLabs o Murf pueden leer un cuento en una voz que suena casi humana. La barrera entre narrador y máquina se desdibuja: ya no hace falta un estudio de grabación para tener un audiolibro.



El desafío del video


En el mundo audiovisual, el camino es más reciente pero igual de prometedor. Programas como Runway o Pika Labs permiten generar escenas o clips a partir de simples instrucciones. No reemplazan a un cineasta, pero pueden servir para armar un tráiler casero o dar vida a una idea.



Aprender con un tutor invisible


Finalmente, están las IA educativas. Duolingo Max conversa en varios idiomas, Khanmigo acompaña a estudiantes, y Perplexity organiza información como un asistente de investigación. No tienen la voz autoritaria de un profesor, pero sí la paciencia infinita de un guía digital que explica una y otra vez hasta que se entiende.



IA vs. Agente de IA: ¿en qué se diferencian?


Infografía sobre crónicas de literatura

Cuando escuchamos hablar de “IA” solemos imaginar una sola cosa: una máquina inteligente que hace de todo. Pero en realidad conviene separar dos niveles:

  • La IA es como un motor. Es la capacidad pura: calcular, aprender patrones, generar texto o imágenes. Un motor por sí mismo no lleva a nadie a ninguna parte; solo gira.

  • El agente de IA es como el auto que usa ese motor. Toma esa fuerza y la dirige hacia una tarea concreta: conversar contigo, buscar datos, organizar tu agenda, redactar un correo. El agente es la aplicación visible, la “cara” práctica de esa inteligencia.

Dicho simple:
👉 La IA es el cerebro.
👉 El agente es el personaje que pone ese cerebro en acción.

Por eso, cuando hablamos de ChatGPT, Gemini o Ernie Bot, en realidad no hablamos solo de la IA en bruto, sino de agentes que se apoyan en esa tecnología para acompañarnos en tareas específicas. Sin embargo existen algunas como DeepSeek China, de código abierto, es decir cualquier programador puede ver su programación y mejorarla, que logran hacer muchas cosas con excelentes resultados en todas, programar, diseñar video, imagen texto.



Un mapa en expansión


Lo importante es comprender que la IA no es una sola entidad que lo sabe todo. Es más bien un ecosistema diverso, con herramientas que sobresalen en campos distintos:
- unas hablan (texto),
- otras dibujan (imágenes),
- otras narran (voz),
- algunas filman (video),
- y otras enseñan (educación).

Algunas nacieron en Occidente, otras en China, y la carrera es global. Lo interesante es que ya no son tecnologías reservadas a expertos: cualquiera puede abrir una aplicación y probarlas.

La verdadera pregunta cultural no es solo qué pueden hacer estas inteligencias, sino qué haremos nosotros con ellas: ¿serán un simple apoyo para tareas cotidianas? ¿un motor creativo? o una voz más en la conversación de la humanidad.



Tipos de Inteligencia Artificial que usamos hoy


En los últimos años la Inteligencia Artificial (IA) dejó de ser un tema exclusivo de laboratorios y grandes empresas para convertirse en una herramienta disponible para casi cualquiera. Aunque parezca un mundo técnico, hoy existen distintas IA que podemos usar en el día a día sin necesidad de saber programar.

Pero no todas sirven para lo mismo. Algunas están más avanzadas en texto, otras en imágenes, otras en voz o video. Conocerlas ayuda a no perderse en la moda y entender en qué son realmente útiles.


IA de texto

Son las más conocidas porque funcionan como asistentes de conversación.

  • Ejemplos: ChatGPT, Claude, Gemini, Copilot.

  • Qué hacen mejor: escribir, corregir, resumir, dar ideas, explicar conceptos complejos de forma simple.

  • Ejemplo de uso cotidiano: pedir un resumen de un artículo, redactar un mail, organizar un plan de lectura, aclarar una duda histórica.


IA de imágenes

Generan ilustraciones a partir de una descripción escrita.

  • Ejemplos: MidJourney, DALL·E, Stable Diffusion, Canva AI.

  • Qué hacen mejor: crear portadas, afiches, ilustraciones o simplemente visualizar una idea.

  • Ejemplo de uso cotidiano: diseñar una invitación a un evento sin depender de un diseñador gráfico.


IA de voz y audio

Transforman texto en voz o voz en texto con gran naturalidad.

  • Ejemplos: ElevenLabs, Murf, Play.ht.

  • Qué hacen mejor: narrar, doblar, crear audiolibros o podcasts.

  • Ejemplo de uso cotidiano: convertir un artículo largo en audio para escucharlo como si fuera un podcast.


IA de video

Más recientes, permiten generar o editar videos a partir de texto o imágenes.

  • Ejemplos: Runway, Pika Labs, Synthesia.

  • Qué hacen mejor: crear clips cortos, animaciones o presentaciones sin conocimientos de edición.

  • Ejemplo de uso cotidiano: preparar un video de invitación a un evento o un “tráiler” para redes sociales.


IA para aprendizaje y consulta

Funcionan como tutores o guías personalizadas.

  • Ejemplos: Khanmigo, Perplexity AI, Duolingo Max.

  • Qué hacen mejor: explicar, responder preguntas complejas con referencias, acompañar procesos de estudio.

  • Ejemplo de uso cotidiano: aprender un idioma con un asistente que corrige y conversa como un profesor.


La IA no es una sola cosa. Es un conjunto de herramientas con distintas especialidades:



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